Zapatero ha presentado el famoso
paquete de medidas para recortar el gasto del estado y así apaciguar los ánimos de gobiernos y mercados demasiados exaltados últimamente.
Las ideas planteadas pasan por reducir las retribuciones de los funcionarios una media de un 5% en 2010, eliminar el cheque bebé a partir de 2011,bajar el salario de los miembros del Gobierno un 15% y controlar el gasto en medicamentos, entre otras. Parece que todos tendremos que apretarnos el cinturón, ya que las revisiones al alza de la mayoría de pensiones no se realizará en 2011. Éstas se unen a las que se han ido tomando con anterioridad, como la
supresión de altos cargos anunciada hace 15 días. Con estas medidas aseguran que el déficit se reducirá, tal y como se comprometieron, a un 3% en 2013.
Por su parte, el PP con Mariano Rajoy a la cabeza, propone
una serie de medidas de mayor calado que afectan a la estructura del ejecutivo, como la supresión de la Vicepresidencia tercera (que preside Manuel Chaves), la eliminación (o fusión) de los ministerios de Igualdad y Vivienda, la integración de Educación con Cultura y Trabajo con Sanidad o la realización de un plan completo de reestructuración del gasto público que elimine las duplicidades entre administraciones. Según Rajoy, estas medidas evitan que el coste del recorte recaiga en pensionistas, “futuras madres” y empleados públicos.
Las propuestas no se quedan aquí, todo un movimiento twittero circula por internet: bajo
#tijeretazo se agrupan cientos de propuestas: Eliminar el Senado, obligar a los corruptos a devolver lo robado, eliminar los “coches oficiales”, recortar las “dietas” de los políticos, eliminar la financiación a la iglesia o a la educación privada, cancelar los contratos a “personas de confianza” de diversos ayuntamientos, combatir la economía sumergida, supresión de las TV autonómicas y subasta de la señal de emisión de cada una de ellas… Y un sinfín de ideas más, unas con más apoyos que otras.
En otras redes sociales, como Facebook, ya ha aparecido algún grupo en contra de tijeretazos, otros, plantean medidas concretas, como eliminar la monarquía o la subvención a la Iglesia.
Por supuesto, también hay tiempo para el humor, con propuestas como “que las líneas de metro y autobús sólo vayan en un sentido” o “sustituir el mensaje de Navidad del Rey por un capítulo de Lost”.
Lo más curioso es que la mayoría de medidas que se proponen desde la ciudadanía son ideas que forman parte, desde hace mucho tiempo, de demandas surgidas desde distintos grupos y que “siempre han flotado en el ambiente”: supresión de la monarquía, eliminación del Senado o reducción del número de congresistas; en la parte de subvenciones, las otorgadas a partidos políticos, a la educación privada o a la iglesia tienen ya bastantes años de recorrido; en cuanto al gasto ocasionado por el aparato ejecutivo y político, la eliminación de “privilegios” como coches oficiales, dietas o viajes oficiales, entre otras muchas.
Mientras,
los sindicatos no descartan convocar una huelga general, aunque todo está por verse.
Lo que está claro es que a todos, queramos o no, nos toca apretarnos el cinturón y poner el hombro para sacar la economía a flote, obligados a ignorar (por el momento) las principales causas de esta situación: burbuja inmobiliaria, ayudas a bancos y cajas, corrupción sin límite y el gasto desmedido del dinero de las arcas públicas.
Y ya que estamos… ¿tú que propones?
