Google y los resultados de búsquedas "alterados”

Ayer publicaron en Portaltic.es que Google ha cambiado su política de búsquedas en Estados Unidos, alterando el orden de los resultados obtenidos. La idea es buena, aunque paternalista: el orden se altera para colocar en las primeras posiciones resultados como números de teléfono de asistencia o guías de ayuda.

Esta política se aplica sólo a unas pocas palabras calificadas como “conflictivas”: “intoxicación” inauguró hace dos meses el listado de “búsquedas alteradas”, de la empresa. Cuando una persona teclea “intoxicación” en el buscador, los primeros resultados que aparecen pertenecen a guías y manuales para una rápida acción (en el caso de España, aparece la web: www.ugr.es/~gabpca/intoxicaciones.html). Ayer, Google anunció que la palabra “suicidio” entraba en este listado, de modo que, dentro de poco tiempo, si una persona introduce la palabra “suicidio” en el buscador, las primeras búsquedas que aparecerán serán teléfonos de ayuda, webs de prevención y de ayuda para evitarlo.

La compañía ha comentado que esta iniciativa surgió de la sugerencia de un usuario, una madre que les escribió, preocupada por su hija y por lo que podía encontrar en la web.

Esta medida parece seguir la senda de la “humanización” y socialización de internet entendido desde el proteccionismo, y de la ordenación de la ingente cantidad de información disponible en la red de un modo más funcional de cara al individuo. La pregunta es ¿hasta dónde llegarán? Ayuda a mujeres maltratadas, a niños que sufran acoso escolar… es una muy buena idea, pero que seguro las grandes marcas multinacionales deben estar mirando con recelo: ayuda para dejar de fumar, de beber, consejos para llevar una dieta sana y evitar la comida rápida o los refrescos azucarados… todo esto puede acaparar los primeros resulatados de las búsquedas de marcas como Malboro, Mc Donald’s, Coca-Cola o J&B y convertirse en una auténtica pesadilla para sus directivos y las agencias que velan por su imagen.

De todas formas, es muy difícil que la nueva política de Google llegue a estos extremos, la gan G vive, a fin de cuentas, de los anunciantes.